3 pasos para lograr tus metas

Estamos en la semana internacional del inicio de los propósitos de año nuevo. Probablemente ya te pusiste a dieta, o te inscribiste al gimnasio, o ya iniciaste labores para este año sí lograr tus nuevos propósitos y/o los propósitos que se quedaron rezagados en años anteriores. Ya sea que hayas empezado con tus propósitos, o no, esta guía te ayudará a clarificarlos y cumplirlos.

Para lograr cualquier sueño que tengas en la vida es importante tomar en cuenta por un lado, las acciones necesarias a seguir para lograr esos sueños que tienes en mente. Por otro lado, y quizá lo más importante, es tomar en cuenta a quien realiza las acciones, es decir, a ti, dado que no eres una máquina programable, sino que eres un ser que piensa, siente, tiene dudas, miedos, alegrías y anhelos. Por lo tanto, además de llevar a cabo acciones, requieres enfrentar cada desafío externo y  principalmente interno que se interponga entre tú y ese resultado que deseas. Esto último es por lo común el aspecto menos abordado, pero puede ser determinante, para transformar un sueño en una realidad palpable. De esto hablaremos más adelante en este artículo.

  1. Proceso Correcto.

En coaching ontológico decimos que el lenguaje crea nuestra realidad. Quieres cumplir tus sueños, pero un sueño habita en el mundo de la imaginación, así que puedes empezar por llamarlo proyecto, que es un término más aterrizado, que implica que no sólo es un deseo, sino que es un proceso que tiene la estructura necesaria para volverse una meta real. En este punto son válidas las metodologías de las que hablan la mayoría de los artículos que encontrarás en internet. Estos son los pasos para convertir tu sueño en tu proyecto:

a) Define el proyecto en términos inspiradores. Utiliza una frase que te inspire, que se sienta bien cuando la lees o la dices y que describa el resultado final que deseas lograr. Genera también una imagen clara de cómo se va a ver ese resultado, y de cómo te vas a sentir al haberlo logrado y si es el caso al mantenerte en el tiempo con tu proyecto cumplido. Si tu propósito, por ejemplo es perder peso, plantéalo como “lograr un físico saludable y hermoso”. Puedes ser más específico y definir las medidas y el peso que consideras saludables y hermosas. Al usar una frase, darle  imagen y conectar con la sensación de tu propósito cumplido, tu meta toma forma en tu mente. Estás ocupando tu cerebro de forma más completa al utilizar los canales más importantes de percepción: el visual, el auditivo y el kinestésico. Algunas metodologías recomiendan la visualización continua de tu meta, sólo recuerda que la visualización sólo es efectiva cuando emprendes las acciones requeridas. Para eso es el siguiente punto.

b) Determina los pasos. Si quieres lograr un físico saludable y hermoso tendrás que dar pasos intermedios, como hacer ejercicio constante y tener una estrategia alimenticia adecuada. Con cada paso estarás logrando pequeñas metas. Puedes sentirte bien con cada pequeña meta lograda, pues estarás construyendo la meta final.

c) Establece tiempos y fechas. No sólo se refiere a la fecha en que consideras que tu proyecto estará realizado, también se refiere a los tiempos que dedicarás a la ejecución de las acciones que construyen la meta. Siguiendo nuestro ejemplo, definirás los días y horarios en que te dedicarás a hacer ejercicio, tus horarios de comidas, el tiempo que dedicarás a cocinar si es el caso, etc. Y por supuesto, cuándo llegarás al físico que proyectas. Sé realista en este sentido.

d) Considera los recursos materiales, económicos y/o humanos que necesitas para llevar a cabo tu proyecto (Equipo, aprendizaje, lugar, apoyo profesional).

e) Haz un plan de contingencia. ¿Cuáles son los desafíos más probables con los que te puedes enfrentar en el camino a lograr tu meta? ¿Qué hacer si te ofrecen un pastel de chocolate delicioso y tú estás a dieta? ¿O si te da pereza ir entrenar? Prevé posibles acciones para resolver estos desafíos. Sólo enfócate en lo que es realmente posible o sabes que va a suceder, para que la mayor parte de tu energía la dediques a accionar en dirección a tu meta. Si surge algo no previsto está bien, pasará. Ser flexible ante lo inesperado. Reflexiona y anota los aprendizajes y ajusta el plan si es necesario.

 Aquí es donde elijes un propósito para este año, y lo defines siguiendo los pasos anteriores, para después continuar con el paso siguiente que es:

f) Ponte en acción. “Levántate y anda.” Sólo llegas a la meta cuando recorres el camino. Recomendación: Deja espacio en tu mente para lo inesperado. Algo pasará diferente a como lo planeas, de ti depende utilizarlo a tu favor.

En concreto:                                                                                                                                                            Tienes que estar dispuesto(a) a: Llevar a cabo las acciones necesarias, dedicar tiempo y energía.    Ganancia: Con cada paso estás más cerca de tu meta.

Hasta aquí nos hemos enfocado sólo en las acciones, ahora ocupémonos de quién las realiza.

  1. Conexión con tu meta y el proceso.

Aquí entramos a los aspectos poco mencionados por la mayoría de los artículos de internet. Cuando estás conectado(a) con tu proyecto, tu motivación, habilidades, y atención estarán enfocados en esa dirección, facilitándote que realices todos los pasos del proceso correcto.

Este punto requiere que seas muy honesto(a) contigo mismo(a). La motivación es algo natural si deseas algo, así que asegúrate de que tu sueño es tuyo y no el sueño de alguien más. Que lo que te motiva es la meta en sí y no una ganancia secundaria, como la aprobación de alguien o evitar la presión social. ¿Cómo saber si tu sueño en verdaderamente tuyo? He aquí algunas propuestas:

  • Sientes una atracción hacia esa meta. Algo por dentro te mueve hacia eso.
  • Vibras o tienes una sensación agradable cuando piensa en esa meta.
  • Tienes claro que eso es lo que quieres. Puedes tener claro por qué o no. Puede ser que no tiene una explicación, simplemente lo quieres y ya, tienes una conexión emocional o intuitiva con eso. Es más auténtico un deseo que sientes, que uno que necesitas justificar. Si necesitas justificación pregúntate si esa meta es tuya.

La conexión con tu meta es importante por esta razón: El miedo y la resistencia al cambio son naturales, y todo proyecto que vale la pena nos requiere ir más allá de nuestra zona de confort. Implicará cambios en mayor o menor medida, un cambio de rutina, un cambio en los tiempos que dedicas a algo o alguien, etc. Esto puede ser incómodo. Deberás estar dispuesto(a) a vivir los cambios que sean necesarios. Si estás planteando tu proyecto es porque buscas un bien, si te das cuenta que genera problemas o no estás dispuesto(a) a vivir los efectos de cumplirlo, replantéalo. (Si quieres ser famoso(a) tendrás que acostumbrarte a los paparazzi. Si quieres ser emprendedor, tendrás que estar dispuesto(a) a invertir o a conseguir financiamiento. Entonces cuando aparezcan los cambios, pasos incómodos y desafíos (y seguro los habrá) tendrás lo motivación necesaria, y sabrás que esos pasos tienen un sentido, tienen un por qué en el logro de esa meta que deseas, por lo cual vale la pena continuar con el proceso mientras te mantienes con tu meta, conexión y enfoque.

En concreto:                                                                                                                                                          Tendrás que estar dispuesto(a) a: Asumir el riesgo y persistir.                                                                                    Ganancia: Estarás disfrutando de cada paso en el proceso. Cuando aparezcan desafíos tendrás la fuerza interna para mantenerte en el camino hacia tu meta.

Piensa en tu proyecto. ¿Qué sientes? ¿Te apasiona? ¿No? ¿Hay algo que replantear? ¿Te da miedo alguno de los pasos? Es natural. ¿Sí te apasiona? Vas por buen camino. Continúa con el Proceso.

  1. Eliminar bloqueos que te impiden lograr tu sueño. (Sanar interiormente).

Este punto puede ser determinante para lograr tu meta, sin embargo pocos son los artículos que abordan este tema. Requieres liberarte de bloqueos mentales o heridas emocionales si:

  • Has intentado varias veces y no has logrado tu meta a pesar de haber seguido un proceso correcto.
  • No lo has intentado a pesar que lo deseas.
  • Cada vez que llegas a cierto punto dejas el proyecto o aparecen obstáculos.
  • Te sientes desconectado(a) de tu propósito aunque sigue siendo importante para ti.
  • Tienes un miedo (o alguna otra emoción negativa) que te sabotea el proceso y no sabes cómo superarlo.
  • Intuitivamente sabes que necesitas apoyo externo.

Los obstáculos internos suelen ser creencias limitantes, heridas emocionales, lealtades inconscientes. Muchas veces su origen está en etapas tempranas de la propia vida. Si tal es el caso, el bloqueo es un mensaje de que hay algo que sanar para poder seguir adelante. Por ejemplo, alguien desea ser médico pero en su familia todos son abogados, y siente que si sigue su sueño “traiciona” a su familia. Alguien que tiene un negocio pero tiene creencias inconscientes negativas con respecto al dinero, por lo tanto no genera ingresos. Un emprendedor tiene pánico escénico pero necesita presentar su peech en un foro ante inversionistas para conseguir financiamiento.  Estos obstáculos son señales de tu inconsciente, pistas que te indican la ruta a seguir para encontrar el bloqueo y superarlo. Suele requerir el apoyo de un profesional que conoce metodologías adecuadas para superar los bloqueos mentales y emocionales.

En concreto:                                                                                                                                                            Tienes que estar dispuesto(a): Superar el dolor del pasado. Replantear algunas creencias. Abrir conversaciones incómodas pero necesarias contigo mismo(a) o con alguien más.                           Ganancia: Libertad del peso emocional y de creencias limitantes.

Por último pero no menos importante:

  1. (Bonus track) Si crees en un poder superior, pídele apoyo para lograr tu meta. Esto genera confianza en las personas creyentes y puede apoyar el aspecto intuitivo durante el proceso.

Lograr nuestras metas es parte del sentido de la vida. A través de ellas aportamos valor al mundo. Es un arte que toma toda la vida aprender, pero date prisa, no somos inmortales, aprovecha el día.